Mi vida gay

por: LENTEJUELAS

No sé cuánto tiempo ha pasado, pero puedo asegurarles que han surgido muchas cosas en tan solo tres años. La sociedad, la tecnología, el mundo, los amigos, la familia y yo, seguimos un camino diferente, el cual nos hace más felices, o eso es lo que creo.

Haciendo un breve resumen de tres años hasta la fecha,  el Twitter y el “face” son las herramientas más importantes de la humanidad. La obesidad va en aumento, y Los Simpson decidieron alargar dos temporadas más a su exitosa serie. El sistema de cable es una porquería y aparte aumentó su tarifa con sus dichosas cajitas, en tanto; la sociedad quisiera ser un Zombie fantaseando que vive en una ciudad abandonada y acabada por esta plaga de muertes vivientes que son peores que los ratones de la cocina que no tienen fin.

Tratando de retomar lo que es este blog, el cual deseo revivir aunque “Pelucas” se hace wey! Tomaré la iniciativa.

Actualmente, no me gusta mi trabajo, quisiera independizarme, obviamente, no se puede sino tienes capital. Bueno, mejor cambiemos de tema y pongamos en acción este espacio donde la jotería es la reina.

Como toda pareja de enamorad@s y después de un tiempo determinado el cual no es reglamentario llevar días, meses y años; se llega de acuerdo mutuo por los interesados vivir en pareja. (Palabras de abogado).

Si es tu primera vez, tal vez sientas un poco de nervios, pues una nueva vida iniciaras a lado de la persona que amas.

Una educación diferente, costumbres, mañas, obsesiones y gustos, podrás ver en aquél ser que solo veías al día por algunas horas, y que ahora l@ tienes las 24 horas del día. Sin embargo, todo esto no lo cambiarían porque están enamorad@s y porque desean vivir el resto de su vida con su pareja. (obviamente si tu pareja piensa lo mismo, porque hay parejas que no se llegan a cuajar durante el noviazgo y que si llegan a juntarse se arrepienten).

Los primeros días en tu nidito, descubres que tu amor es obviamente un amor,  pero que a la hora de ver la TV agarra el control y ve sus series policiacas y sus películas de ciencia ficción, de las cuales no eres fan, y aunque tenga las mejores actrices con sus trajes entallados y sus bubies tan redondas y resaltadas y el culo también,  terminas durmiéndote sin hallarle el chiste a cintas como Resident Evil, y no sé qué otra porquería que estoy segura que a ustedes también les fascina. Aunque admito que vi Batman, “el caballero de la noche asciende” por la buenísima de Anne Hateway, la cual lucía hermosa con ese trajecito mega entallado y esa larga cabellera.

Dormir, es otro rollo. Elegir el lugar, la sábana, el  edredón, con una almohada o dos, con un cojín (sin albur) o con muchos cojines (sin albur). Con pijama o sin pijama, desnud@s o en calzones, o según la ocasión o el calor. De qué lado de la cama, izquierdo o derecho, con la TV encendida o programada, en fin, dormir, es una experiencia religiosa.

El cesto, tu cesto de ropa, mi cesto de ropa, al final toda la ropa se lava junta jaja…  (no me había dado cuenta). Tú cepillo de dientes y mi cepillo, mi toalla, tu toalla, shampoo, pasta dental, jabón, lo compartimos al igual que la taza del baño, no tengo problema.

Mi cocina es tu cocina, mis recetas, no las quieras modificar ni empieces a opinar, porque me sale mal. 

Con mi sazón y tú sazón; hacemos los más ricos desayunos, comidas y cenas, y no quiero caer lo cursi, pero cuando la comida se hace con amor y dedicación, lo siente el estómago. Sin embargo no todo es perfecto, porque a lo mejor intentaste sacar el chef que llevas dentro y resulta que lo que preparaste se quemó o se le pasó la sal, o bien, no quedo como en la foto, en fin; a esto se le llama en ocasiones un desayuno o comida de “amor”; la cual por solidaridad hay que comérsela.

Y en cuestión de coche, mejor maneja tú por favor; yo lo haré cuando me lo pidas, así disfrutaré del panorama e iré cambiándole a gusto al estéreo.

Las mascotas, que fungen como “hijos” son tuyos y míos, los cuales nos mueven la cola sin juzgar. Y en cuanto los amigos, los buenos amigos son quienes han compartido nuestra relación y se congratulan por vernos felices.

Y así es como sin querer queriendo les conté de un paso importante que di en mi vida, vivir en pareja. A quienes están dudosas de tomar la decisión, solo fíjense si es la persona correcta, si tienen puntos en común, charlas, ideales y si no los tienen; existen los acuerdos, y sobre todo, el respeto.

A vivir felices, que a eso venimos a este mundo.